HISTORIA DE LA ESTUPIDEZ HUMANA, Pedro Voltes

Historia de la estupidez humanar Pedro Voltes Bou

En el Olimpo de mis libros favoritos merece un puesto de honor uno que me divirtió, desconcertó e hizo pensar diferente. Casi nada. Si un best seller actual es capaz de hacer todo eso me lo compraré sin pestañear (escucho recomendaciones).

Este libro peculiar del que hablo es ‘Historia de la estupidez humana’, como han visto en el título de la entrada, y lo escribió el historiador, economista y diplomático, y más cosas, Pedro Voltes.

Ya que nunca me he considerado una persona brillante y muchas veces soy tan testarudo como estúpido, lo tengo como libro de cabecera. No resulta difícil empatizar, si uno se hurga dentro, con los chascos, meteduras de pata y malignidades estultas de todo tipo de personajes que vagan dando tumbos por este libro. Lo mismo gente común que próceres, mandamases o eximios dan muestra de su tontería en esta sabia crónica del profesor Voltes.

Es un libro muy recomendable para conspiranoicos de toda laya porque muestra un hecho inquietante que hace temblar al más pintado. Los poderosos, lo mismo gobernantes que tiburones de las finanzas, son, en muchos casos, más estúpidos que malvados, o una mezcla tóxica de las dos cosas. Quisiéramos pensar, como cavilaba Kenneth Galbraith, que quienes manejan los hilos del mundo y tienen en sus manos nuestras vidas son más inteligentes que nosotros. Que tienen más capacidad ya sea para el bien o, lo más habitual, para hacernos la puñeta. Pero resulta desolador comprobar que pueden ser mucho más tontos que nosotros y dañarnos seriamente sin maldad por su parte, sólo por mastodóntica torpeza.

Todo esto no es una revelación trascendente visto el pelaje de la clase política española y foránea pero conviene hacerse una idea general de las cosas con los papeles en la mano. Los papeles de la historia.

Bárbara Tuchman aporta tres criterios para identificar la estupidez de un acontecimiento histórico:

1 Que incluso en su propio momento haya sido considerado una tontería por sus contemporáneos.

2 El segundo criterio es que, además de esa imbecilidad, hubiera una posibilidad sensata y práctica.

3 Y que ese error sea cometido por un grupo de personas y no por una sola, porque tiene más delito y menos excusa.

También me parece oportuno citar estas leyes fundamentales de la estupidez humana de un tal Carlo Cipolla:

–       Cada uno de nosotros subestima el número de estúpidos que pasean por el mundo.

–       La probabilidad de que una persona en particular sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma.

–       Es estúpida una persona que causa daño sin obtener a cambio beneficio alguno, y más todavía si sale perjudicada ella misma.

–       Las personas que no son estúpidas subestiman siempre el potencial destructor de los estúpidos. Los no estúpidos suelen olvidar que tratar y/o asociarse con individuos estúpidos es un error costosísimo.

–       El estúpido es el tipo de persona más peligroso que existe. Es más peligroso que el malvado.

Y  para que no se quede la cosa en teoría y tengan ustedes carnaza real,  ahí van varios ejemplos de lo que una cabeza humana puede dar de sí:

Tontada número 1. En plena Guerra Civil española un oficial soviético destinado en Madrid se dio cuenta de que las tropas de Franco se ponían en cola para recibir las perolas de comida exactamente a la una del mediodía. Cuando le propuso al mando republicano atacar al enemigo a esa hora le dijeron: “Imposible, también es nuestra hora de comer”. Digno de un chiste de Gila.

Tontada número 2. En 1973 David Rosenhan publicó un artículo en la revista Science revelando un curioso experimento. Siete personas normales se habían puesto de acuerdo para fingirse locas y ser encerradas cada una  en un manicomio, a ver si colaba. Allí se les diagnosticaron las esquizofrenias de rigor y se les trató durante un tiempo. Tuvieron que ser los enfermos de cada centro los que avisaron a los médicos de que aquellos tipos no estaban locos.

Tontada número 3. En este caso está por ver si el tonto es el investigador o más bien la institución que donó el dinero para su labor científica: “El psicobiólogo Harman Peeke, de la Universidad de California en San Francisco, dispuso de una ayuda de ciento dos mil dólares para esclarecer el enigma de si los peces de colores que beben tequila se muestran más agresivos que los que beben ginebra.

Tontada número 4. Todos sabemos que la burocracia puede ser opresiva, corrupta o ineficaz pero esto que viene ahora es brutal. Los servicios sociales de Carolina del Sur enviaron semejante carta a un señor ya difunto: “Sus cupones de beneficencia han sido suspendidos porque hemos recibido información de que usted se ha muerto. Descanse en paz. Podrá usted apelar contra esta medida si cambia usted de situación”.

No me resisto a terminar sin exponer este párrafo políticamente incorrectísimo que aparece en el prólogo y firma el antedicho Carlo Cipolla:

“En el seno de un sistema democrático, una fracción de personas que votan son estúpidas, y las elecciones les brindan ocasión de perjudicar a todos los demás, sin obtener ningún beneficio”.      No estoy mirando a nadie.

2 comentarios en “HISTORIA DE LA ESTUPIDEZ HUMANA, Pedro Voltes

    • Creo que no te va a decepcionar porque es un libro lleno de sentido del humor, ironía y desmitificación de los grandes poderes fácticos que siempre hemos visto como seres superiores. O nos los han vendido así. Voltes también tiene un libro muy interesante que es ‘Historia de los Balcanes’ donde da cuenta de los orígenes de los conflictos y guerras que allí ha habido. Claro, el tono de esta obra ya es otro. No hay tanto sentido del humor porque el tema se presta menos, pero me parece también muy recomendable. Gracias por seguir el blog, un saludo.

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